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Este es un blog educativo con consignas sobre Lengua y Literatura del Ipem nº 12. Administradora del blog: Profesora Mariana C.Valle. Docente de Lengua de nivel medio, profesora adscripta de la UNC, Doctoranda en Letras y escritora de textos infantiles. Contactos: arltiana@hotmail.com

domingo, 22 de marzo de 2015

Ejercicios: Recursos Argumentativos


Discurso argumentativo. Concepto y situación de enunciación

El discurso argumentativo responde a la intención comunicativa o finalidad de convencer o persuadir; en otras palabras, el emisor busca, a través de él producir un cambio de actitud o de opinión en el receptor. La importancia de este tipo de discurso radica en la posibilidad de inducir, modificar, refutar o estabilizar creencias o ideas en los destinatarios, en tanto descansa en presupuestos ideológicos, esto es, visiones de mundo asociadas a él.
Se pueden señalar dos dimensiones asociadas a este tipo de discurso: la del razonamiento lógico, propiamente argumentativa; y otra persuasiva, es decir, que busca influir afectivamente en el receptor apelando a sus emociones y sentimientos (esta es, la modalidad que utiliza la mayoría de los comerciales de televisión).
 

La situación de enunciación
La situación de enunciación de este tipo de discurso tiene como característica fundamental el que los interlocutores no compartan el mismo punto de vista respecto de un tema determinado. Es importante señalar que los contenidos que se desarrollan en la argumentación son polémicos, es decir, no existe consenso sobre ellos.
El hecho de que no exista acuerdo –entre emisor y receptor- sobre un tema revela la naturaleza dialógica de este tipo de discurso, en que emisor y receptor intercambian sus roles y desarrollan una serie de estrategias discursivas con la finalidad de intentar demostrar y  fundamentar sus puntos de vista  para convencer o persuadir a su interlocutor.

EJERCICIOS:
1 y 2. En el discurso argumentativo el enunciador trata de demostrar a sus receptores que su apreciación sobre un tema es la más valida desde un punto de vista ético, profesional, moral, humano, lógico.
Señala tu opinión (a favor en contra) sobre los siguientes proyectos de ley polémicos y luego escoge uno de esos enunciados para demostrar argumentativamente al resto de la clase el porqué de tu elección.
·         Despenalización del consumo de marihuana
·         Código de faltas. Capacidad extraordinaria de la fuerza policial para detener personas ante “presuntos” rasgos sospechosos de conductas delicuenciales
·         Despenalización del aborto
·         Derecho a la elección del propio cuerpo por sobre los derechos constitutivos de castigo a la explotación sexual
·         Penalización al “grooming” o acoso cibernético (difamación sistemática de una persona por redes sociales)
·         Legalización del matrimonio igualitario (homosexual) y adopción monoparental
·         Sanción y censura a videojuegos violentos con contenidos xenófobos, racistas, sexistas, clasistas.

3. Señala los recursos argumentativos que se confronta las viñeta:



4. Señala el uso de estrategias argumentativas en el siguiente cuento de David Wapner:

Escúcheme, señor Gutman (cuento)

Extraído, con autorización del autor, del libro El otro Gardel (Buenos Aires, Editorial Libros del Quirquincho, 1989. Colección Serie Negra.)


Buen día, señor Gutman.
Yo sé que su apellido significa "buen hombre" en idioma alemán, o incluso en idioma idish.
Por eso estoy convencido de que usted sabrá comprender que lo que hice no fue un acto de maldad, sino que fue una reacción intespestiva de mi parte debido a que su hija me rechazó. Yo le dije: "Florencia, te amo", y ella me contestó: "andáte zonzo". Y se fue, y yo me quedé parado, sin poder recaccionar. Entonces tomé una moneda que tenía en el bolsillo y rayé con ella el techo de un coche rojo que estaba estacionado justo al lado de donde yo estaba parado.
No puedo mentirle, yo sabía que ése era su coche, señor Gutman pero, qué quiere que le haga, me dejé llevar por el impulso. Ocurre que su hija posee los ojos negros más bellos que se hayan visto jamás por estos barrios y yo, señor Gutman, quedé hipnotizado.
Haría cualquier cosa por su hija, pero mi amor no es correspondido. Es por eso que, hace una semana, telefoneé a Florencia para invitarla a mirar la luna desde el balcón de mi casa, y ella, despectivamente, respondió: "qué me venís con la luna, anticuado, yo a la noche miro la tele", entonces, ya sin control de mis actos, me dirigí hasta su casa y arrojé esa piedra que rompió la ventana de su living.
Ilustración de Ana Camusso
Ilustración de Ana Camusso
Yo, señor Gutman, soy el culpable, pero quiero que entienda que no soy una persona violenta. Pero su hija tiene el aroma de las exóticas flores de Kampuchea (país del lejano Oriente que antes se llamaba Camboya), flores que jamás olí, pero igual imagino su aroma incomparable. Incomparable como su hija, señor Gutman. Incomparable como la adoración que siento por ella. Por eso, ¿cómo no salirme de mis casillas cuando la vi el otro martes en la heladería "Giusepe" tomando un helado con Alfredo Rebolini, mirándose a los ojos, embobados? Entonces, no es extraño que yo haya corrido hasta su domicilio y le haya puesto plastilina en la cerradura de la puerta de calle.
Yo sé que mi proceder es incorrecto. Lo sé, no tiene que recordármelo, soy totalmente conciente de mis actos. Sé que voy contra las normas establecidas y las buenas costumbres. También sé que de esa forma no me voy a hacer merecedor del amor de Florencia. Pero Florencia tiene una voz que me recuerda el canto del canario filipino. ¿Usted conoce el canto del canario filipino? ¿Conoce las Filipinas? Fíjese en un mapa. Pero en el mapa no sabrán informarle sobre el canto del canario filipino, aunque puedo asegurarle que la voz de su hija es más dulce que el canto de ese singular pajarito.
Entonces, cómo explicar lo que sentí cuando ambos nos encontramos en la verdulería haciendo compras y volví a confesarle mi amor, y ella, con esa voz con la que sueño noche a noche, dijo, "saldría con vos, pero si tuvieses la cara de Alfredo Rebolini". Me sentí tan ofendido, tan humillado, tan celoso, que agarré un tomate maduro y se lo arrojé a la primera persona que pasaba por la calle. Y esa persona era justamente usted, señor Gutman. Y nuevamente me disculpo, me doy cuenta de que mi actidud es equivocada, que a nada me conduce. Pero créame, no soy malo, no. Siempre fui el mejor de la clase, un ejemplo de conducta.
Pero ahora sé qué me sucede, es como si no fuera yo mismo.
Yo sé que ya se me va a pasar, pero ¿cómo?, ¿cuándo? Usted ya debe de tener mucha experiencia en esto, seguramente estuvo muchas veces enamorado. Pero,dígame, ¿era tan loquito como yo?
Porque eso es lo que a mí me pasa, estoy loquito de amor y su hija no se da por enterada. Usted habrá notado que un neumático de su coche está desinflado. Yo lo hice, lo confieso, porque hoy Florencia me sacó la lengua.
No sé cómo disculparme, señor Gutman.
Pero todo lo que hice, lo hice por amor.
Señor Gutman, ¿por qué no me hace gancho con su hija, eh?

Piénselo. Hasta luego, señor Gutman.
Recursos argumentativos y modalizadores
Anteriormente vimos cómo se estructura la argumentación y dentro de la ARGUMENTACIÓN se hizo referencia a ciertas ESTRATEGIAS ARGUMENTATIVAS, también denominadas RECURSOS. Como hemos afirmado, se argumenta con el objetivo de convencer, persuadir o modificar ideas del receptor, por ello las estrategias o recursos argumentativos ayudan al emisor a reforzar su postura. En este cuadro revisaremos algunos de los recursos más habituales en la argumentación:
 RECURSO
 DEFINICIÓN
 EJEMPLO
 Ejemplificación      
 consiste en presentar un caso particular que sirva para ilustrar el punto de vista del emisor
 "La crisis económica es un problema que preocupa a todos, por ejemplo Europa tiene países con una alta tasa de inflación"
 Analogía 
 se comparan dos elementos que se relacionan por ser semejantes
"Las estatuas de los santos están solas y mudas; así deberían estar ciertas personas nocivas para el resto"
 Cita de  autoridad
 se incluyen en el discurso las palabras de un especialista en el tema para apoyar con mayor fuerza la opinión del emisor
 "Según Greenpeace la perforación del ártico ocasionará un daño irreversible para el planeta"
 Pregunta  retórica
 es la clase de pregunta cuyo objetivo no es una respuesta por parte del receptor, sino que éste reflexione acerca de la misma.
 "¿No sería importante reivindicar el proyecto solidario de los alumnos del secundario?"
Datos estadísticos
 se utilizan para proporcionar información numérica real que ilustra una idea que se está sosteniendo
" 220 millones de correos electrónicos se envían en 24 horas"


5.  Busca un argumento para  refutar la teoría del “mano” y convencerlo de que luche por la revolución frente a la invasión alienígena.  Piensa qué le contestaría Salvo para convencerlo de que libre la última batalla contra los “cascarudos” y lograr finalmente la independencia del pueblo argentino.
6. Dibuja brevemente esa secuencia con la argumentación de Salvo y la respuesta del “mano”.


“No podemos hacer la revolución, Salvo. No somos ya humanos. Nos tiene dominados. Una
mente superior regula nuestros actos. Hay un chip en nuestro interior que hace que seamos lacayos de los poderosos.

Solamente somos manos, para movernos guionados por quienes nos dominan. Si hacemos un paso en falso podemos morir de miedo, por una sustancia paralizadora que se activa con el temor ¿Para qué vamos a luchar?, ¿cómo haríamos para vencerlos? (en El Eternauta)

Ejercicios de Lecto-Comprensión con el cuento "Mil Grullas" de Elsa Bornemann

Lecturas


"Mil grullas" - de Elsa Bornemann

El 6 de Agosto de 1945 a las 8 AM, el presidente Truman de EEUU ordenó arrojar la primera bomba atómica del mundo sobre Hiroshima. El 9 de Agosto de 1945, era lanzada la segunda bomba atómica sobre Nagasaki.
En segundos las dos ciudades fueron arrasadas y miles de personas murieron en un instante. En los días posteriores fueron muriendo los que se encontraban más alejados de los centros de la explosión y los pocos supervivientes sufren aún hoy las consecuencias de la radiación, que se han ido transmitiendo a las generaciones posteriores.
Naomi Watanabe y Toshiro Ueda creian que el mundo era nuevo. Como todos los chicos. Porque ellos eran nuevos en el mundo.También, como todos los chicos. Pero el mundo era ya muy viejo entonces, en el año 1945, y otra vez estaba en guerra. Naomi y Toshiro no entendian muy bien que era lo que estaba pasando.
Desde que ambos recordaban, sus pequeñas vidas en la ciudad japonesa de Hiroshima se habían desarrollado del mismo modo: en un clima de sobresaltos, entre adultos callados y tristes, compartiendo con ellos los escasos granos de arroz que flotaban en la sopa diaria y el miedo que apretaba las reuniones familiares de cada anochecer en torno a la noticias de la radio, que hablaban de luchas y muerte por todas partes.
Sin embargo, creían que el mundo era nuevo y esperaban ansiosos cada día para descubrirlo.
¡Ah... y también se estaban descubriendo uno al otro!
Se contemplaban de reojo durante la caminata hacia la escuela, cuando suponían que sus miradas levantaban murallas y nadie más que ellos podían transitar ese imaginario sendero de ojos a ojos.
Apenas si habían intercambiado algunas frases. El afecto de los dos no buscaba las palabras. Estaban tan acostumbrados al silencio...
Pero Naomi sabia que quería a ese muchachito delgado, que mas de una vez se quedaba sin almorzar por darle a ella la ración de batatas que había traído de su casa.
- No tengo hambre - le mentía Toshiro, cuando veía que la niña apenas si tenia dos o tres galletitas para pasar el mediodía. - Te dejo mi vianda - y se iba a corretear con sus compañeros hasta la hora de regreso a las aulas, para que Naomi no tuviera vergüenza de devorar la ración.
Naomi...Poblaba el corazón de Toshiro. Se le anudaba en los sueños con sus largas trenzas negras. Le hacía tener ganas de crecer de golpe para poder casarse con ella. Pero ese futuro quedaba tan lejos aun...
El futuro inmediato de aquella primavera de 1945 fue el verano, que llego puntualmente el 21 de junio y anuncio las vacaciones escolares. Y con la misma intensidad con que otras veces habían esperado sus soleadas mañanas, ese año los ensombreció a los dos: ni Naomi ni Toshiro deseaban que empezara.
 Su comienzo significaba que tendrían que dejar de verse durante un mes y medio inacabable.
A pesar de que sus casas no quedaban demasiado lejos una de la otra, sus familias no se conocían.
 Ni siquiera tenían entonces la posibilidad de encontrarse en alguna visita. Había que esperar pacientemente la reanudación de las clases.
Acabo junio y Toshiro arranco contento la hoja del calendario: ¡Por fin llego agosto! Pensaron los dos al mismo tiempo. Fue justamente el primero de ese mes cuando Toshiro viajo, junto con sus padres, a la aldea de Miyashima. Iban a pasar una semana. Allí vivían los abuelos, dos ceramistas que veían apilarse vasijas en todos los rincones de su local.
Ya no vendía nada. No obstante, sus manos viejas seguían modelando la arcilla con la misma dedicación de otras épocas. “Para cuando termine la guerra”; - decía el abuelo “Todo acaba algún día” -comentaba la abuela por lo bajo.
Y Toshiro sentía que la paz debía de ser algo muy hermoso, porque los ojos de su
madre parecían aclararse fugazmente cada vez que se referían al final de la guerra, tanto como a el se le aclaraban los suyos cuando recordaba a Naomi.
¿Y Naomi?
El primero de agosto se despertó inquieta; acababa de soñar que caminaba sobre la nieve. Sola. Descalza. Ni casas ni arboles a su alrededor. Un desierto helado y ella atravesándolo.
Abandono el tatami, se deslizo de puntillas entre sus dormidos hermanos y abrio la ventana de la habitación. ¡Que alivio!
Una cálida madrugada le rozo las mejillas. Ella le devolvió un suspiro.
El dos y tres de agosto escribió, trabajosamente, sus primeros haikus:
Lento se apaga
El verano.
Enciendo
Lampara y sonrisas.
Pronto
Floreceran los crisantemos.
Espera,
Corazon.

Después, achico en rollitos ambos papeles y los guardo dentro de una cajita de laca en la que escondia sus pequeños tesoros de la curiosidad de sus hermanos.
El cuatro y cinco de agosto se los paso ayudando a su madre a las tias. ¡Era tanta la ropa para remendar!
Sin embargo, esa tarea no le disgustaba. Naomi siempre sabia hallar el modo de convertir en un juego entretenido lo que resultaba aburridisimo para otras chicas. Cuando cosia, por ejemplo, imaginaba que cada doscientas veintidós puntadas podia sujetar un deseo para que se cumpliese.
La aguja iba y venia, laboriosa. Asi, quedo en el pantalón de su hermano menor el ruego de que finalizara enseguida esa espantosa guerra, y en los puños de la camisa de su papá, el pedido de que Tohiro no la olvidara nunca. Y los dos deseos se cumplieron.
Pero el mundo tenia sus propios planes.
Ocho de la mañana del seis de agosto en el cielo de Hiroshima.
Naomi se ajusta el obi de su kimono y recuerda a su amigo: - ¿Qué estara haciendo ahora?
 Toshiro pesca en la isla mientras se pregunta: - ¿Qué estara haciendo Naomi?
En el mismo momento, hombres blancos que pulsan botones y la bomba atomica surca por primera vez un cielo.
 El cielo de Hiroshima.
Un repentino resplandor ilumina extrañamente la ciudad.
Dos viejos trenzan bambúes por ultima vez. Una docena de chicos canturrean  por ultima vez.
Cientos de mujeres repiten sus gestos habituales por ultima vez.
Miles de hombres piensan en mañana por ultima vez.
Naomi sale para hacer unos mandados.
Silenciosa explota la bomba. Hierven, de repente, las aguas del rio.
Y medio millon de japoneses, medio millon de seres humano, se desintegran esa mañana. Y con ellos desaparecen edificios, arboles, calles, puentes y el pasado de Hiroshima.
Ya ninguno de los sobrevivientes podra volver a reflejarse en el mismo espejo, ni abrir nuevamente la puerta de su casa, ni retomar ningún camino querido.
Nadie será ya quien era.
Hiroshima arrasada por un hongo atómico.
Hiroshima es el sol, ese seis de agosto de 1945. Un sol estallando.
Recien en diciembre logro Toshiro averiguar donde estaba Naomi. ¡Y que aun estaba viva, Dios!
Ella y su familia, internados en el hospital ubicado en una localidad proxima a Hiroshima. Como tantos otros cientos de miles que también habrían sobrevivido al horror, aunque el horror estuviera ahora instalado dentro de ellos, en su misma
sangre.
Y hacia ese hospital marcho Toshiro una mañana.
El invierno se insinuaba ya en el aire y el muchacho no sabia si era el frio exterior o su pensamiento lo que le hacía tiritar.
Naomi se hallaba en una cama situada junto ala ventana. De cara al techo. Con los ojos abiertos y la mirada inmóvil. Ya no tenía sus trenzas. Apenas una tenue pelusita oscura.
Sobre su mesa de luz, unas cuantas grullas de papel desparramadas.
- Voy a morirme, Toshiro; - susurro, no bien su amigo se paro, en silencio, al lado de su cama.; Nunca llegare a plegar las mil grullas que me hacen falta. Mil grullas o semba-tsuru, como se dice en japones.
Con el corazon encogido, Toshiro conto las que se hallaban dispersas sobre la mesita. Solo veinte. Después, las junto cuidadosamente antes de guardarlas en un bolsillo de su chaqueta.
- Te vas a curar, Naomi; le dijo entonces, pero su amiga no le oia ya: se habia quedado dormida.
El muchachito salio del hospital, bebiendose las lagrimas.
Ni la madre, ni el padre, ni los tios de Toshiro (en cuya casa se encontraban temporariamente alojados) entendieron
aquella noche el porque de la misteriosa desaparición de casi todos los papeles que, hasta ese dia, habia habido alli.
Hojas de diario, pedazos de papel para envolver, viejo cuadernos y hasta algunos libros parecian haberse esfumado mágicamente. Pero ya era tarde para preguntar. Todos los mayores se durmieron, sorprendidos.
En la habitación que compartia con sus primos, Toshiro velaba entre la sombras. Espero hasta que tuvo la certeza de que nadie mas que el continuaba despierto. Entonces, se incorporo con sigilo y abrio el armario donde se solian acomodar las mantas.
Mordiendose la punta de la lengua, extrajo la pila de papeles que habia recolectado en secreto y volvio a su lecho.
La tijera la llevaba oculta entre sus ropas.
Y asi, en el silencio y la oscuridad de aquellas horas, Toshiro recorto primero novecientos ochenta cuadraditos y luego los plego, uno por uno, hasta completar las mil grullas que ansiaba Naomi, tras sumarles las que ella misma ya había hecho. Ya amanecia. El muchacho se encontraba pasando hilos a traves de las siluetas de papel. Separo en grupo de diez las fragiles grullas del milagro y las apresto para que imitaran el vuelo, suspendidas como estaban de un leve hilo de coser, una encima de la otra.
Con los dedos paspados y el corazon temblando, Toshiro coloco las cien tiras dentro de su furoshiki y partio rumbo al hospital antes de que su familia se despertara. Por esa unica vez, tomo sin pedir permiso la bicicleta de sus primos.
No habia tiempo que perder. Imposible recorrer a pie, como el dia anterior, los kilómetros que lo separaban del hospital.
La vida de Naomi dependía de esas grullas.

- Prohibidas las visitas a esta hora; le dijo una enfermera, impidiéndole el acceso a la enorme sala en uno de cuyos extremos estaba la cama de su querida amiga.
Toshiro insistió: - Solo quiero colgar estas grullas obre su lecho.
Ningún gesto denuncio la emoción de la enfermera cuando el chico le mostro las avecitas de papel. Con la misma aparente impasibilidad con que momentos antes le había cerrado el paso, se hizo a un lado y le permitió que entrara: -
Pero cinco minutos ¿eh?
Naomi dormía.
Tratando de no hacer el mínimo ruidito, Toshiro puso una silla sobre la mesa de luz y luego se subió.
Tuvo que estirarse a mas no poder para alcanzar el cielo raso. Pero lo alcanzo. Y en un rato estaban las mil grullas
pendiendo del techo; los cien hilos entrelazados, firmemente sujetos con alfileres.
Fue al bajarse de su improvisada escalera cuando advirtió que Naomi lo estaba observando. Tenia la cabecita echada a un lado y una sonrisa en los ojos.
- Son hermosas, Toshi; Gracias;
- Hay un millar. Son tuyas, Naomi. Tuyas y el muchacho abandono la sala sin darse vuelta.
En la luminosidad del mediodía que ahora ocupaba todo el recinto, mil grullas empezaron a balancearse impulsadas por el viento que la enfermera también dejo colar, al entreabrir por unos instantes la ventana.
Los ojos de Naomi seguían sonriendo.
La niña murió al dia siguiente. Un ángel a la intemperie frente a la impiedad de los adultos. ¿Cómo podrían mil frágiles avecitas de papel vencer el horror instalado en su sangre?
Febrero de 1976.
Toshiro Ueda cumplió cuarenta y dos años y vive en Inglaterra. Se caso, tiene tres hijos y es gerente de sucursal de un banco establecido en Londres.
Serio y poco comunicativo como es, ninguno de sus empleados se atreve a preguntarle por que, entre el aluvión de papeles con importantes informes y mensajes telegráficos que habitualmente se juntan sobre su escritorio, siempre se encuentran algunas grullas de origami dispersas al azar.
Grullas seguramente hechas por el, pero en algún momento en que nadie consigue sorprenderlo.
Grullas despegando alas en las que se descubren las cifras de la maquina de calcular.
Grullas surgidas de servilletas con impresos de los más sofisticados restaurantes.
Grullas y mas grullas.
Y los empleados comentan, divertidos, que el gerente debe creer en aquella superstición japonesa. - algún día completara las mil - cuchichean entre risas -. ¿Se animara entonces a colgarlas sobre su escritorio?

Ninguno sospecha, siquiera, la entrañable relación que esas grullas tienen con la perdida Hiroshima de su niñez. Con su perdido amor primero.

EJERCICIOS

1. En clase, analizamos el contexto de la obra y la referencia histórico-social situada en torno a la Segunda Guerra Mundial. 
2. Leemos la verdadera historia de Sadako Sasaki y analizamos las variantes del relato literario.
3. Fabricamos o dibujamos grullas por la paz mundial.
4. Creamos un final alternativo al relato. 

Actividades con cuento "Mil Grullas" de Elsa Bornemann

Ejercicios, unidad "Poesía"





Poldy Bird
1. Lee los poemas  y cartas de Poldy Bird Seleccionados y luego resuelve:

A- Extrae al menos tres metáforas de las obras citadas.
B- Señala al menos un ejemplo de cada recurso: comparación, metonimia, aliteración, imágenes sensoriales.
C- ¿Cuál es el estado de animo de la autora en las obras citadas? En la carta de Poldy Bird, describe al destinatario de la misma según las palabras de la autora.
D. ¿Porqué dice que "es sólo una mujer tonta que escribe cartas de amor"?
E- Relaciona la soledad y la presencia constante de la muerte en sus relatos con la biografía de la autora citada abajo.

Nacida en Paraná, provincia de Entre Ríos, lleva el mismo nombre de su madre. Su padre fue Enrique Bird Mosconi (sobrino del General Mosconi). Cuando tenía 45 días de edad su familia se mudó a Buenos Aires. Quedó huérfana de madre a los 8 años:
Dicen que mi mamá corrió el tren y que se fue para abajo y golpeó con la
cabeza en el andén. No sé si murió por el golpe o por el tren. Al día siguiente nos dijeron: "Mamita se fue al cielo". Y yo me enojé un montón. Dije: "¿Cómo hace eso si tiene tres hijas que la están esperando?". No la vi muerta. ¿Querés que te diga? Agradezco. Yo no me la acuerdo a mi mamá muerta. Después de eso nunca más nadie me arropó, ni... Ni ninguna de todas esas cosas. Mi mamá también era huérfana: mi abuela había muerto en un accidente de auto cuando mi mamá tenía 11 años.1
Con 16 años publicó un poema en el diario La Prensa, y otras colaboraciones en revistas como Maribel o Vosotras. Se casó con Martín Renaud, a quien había conocido a los 17 años, y a los 20 tuvo su primera hija, Verónica. Allí comenzó a escribir la obra que la hiciera famosa, su libro Cuentos para Verónica se editó en 1969, y se convirtió en un éxito. En 1971 publicó Cuentos para leer sin rímmel. Entre estos dos libros se vendieron, a los largo de los años y las sucesivas ediciones, aproximadamente 3.600.000 ejemplares.1
En 1975 dejó de trabajar como directora de la revista Vosotras y se dedicó junto a su marido a la creación de una editorial. Así nacería Orión, donde se publicaron sus libros y también otros escritores conocidos como Katherine Mansfield, Arnaldo Rascovsky, Antonio di Benedetto y Silvina Ocampo. En 1977 su marido fallece de un infarto.1
En 1980 el cuento "Mamá de niebla" fue llevado al cine con el título "Días de ilusión", dirigida por Fernando Ayala y protagonizada por Andrea del Boca.2
Continúa escribiendo libros y colaboraciones en varios medios gráficos. En el año 2001 cierra la editorial debido a la crisis económica. El 25 de octubre de 2008 fallece su hija, Verónica Renaud, de un ataque cerebral.1 3

Historia de un amor exagerado de Graciela Montes
Y empezó (la historia) en día jueves y en la segunda hora, en el preciso momento en que Santiago Berón, el más  petiso, vio entrar por la puerta del aula de tercer año a Teresita Yoon, la nueva. A partir del recreo de las diez,Teresita  Yoon, la nueva, también empezaría a llamarse Teresita Yoon, la china, pero, para decir verdad, era coreana.
Teresita Yoon, la nueva, era linda. O, por lo menos, linda lo que se dice linda le pareció a Santiago cuando la vio entrar con el delantal muy blanco y el pelo muy negro por la puerta del aula.
 Tenía mejillas redondas como bizcochos tostados, ojos largos como hojas de laurel salvaje y una sonrisa tan pero tan sonrisa [...].
Teresita Yoon,la nueva,  entró un poco asustada, mirando tímidamente a todos con sus ojos de laurel salvaje.
—¡Adelante! —dijo la señorita [...].
Entonces,Teresita Yoon hizo una pequeña reverencia y dijo como quien canta:
—An nienj.
Y ahí estalló la primera carcajada. Una sola [...], y después un montón de carcajadas.
—¿Qué decís? —chilló Gualberto.
—¿En qué hablás? —rugió Damián.Y se oyeron los cuchicheos y las risitas de dos chicas de por ahí cerca [...].
A Teresita Yoon los bizcochos se le pusieron rosados y las hojas de laurel salvaje se le llenaron de agua.
La señorita [...] se dio cuenta de que ya era tiempo de dejar la tiza y de acercarse a Teresita.
Le rodeó los hombros con el brazo, miró muy enojada hacia el rincón de las carcajadas y dijo:
—Teresita Yoon es coreana y nos saludó como se saludan todos en Corea. Ahora se va a quedar a vivir acá y va a aprender a saludar como nosotros.
La señorita sabía mucho de esas cosas porque tenía un novio italiano.
Mientras la señorita de Ciencias hablaba, Santiago sentía que le pasaban cosas, cosas de esas que pasan por adentro. Para empezar, no podía dejar de mirar a Teresita, como si tuviese los ojos pegados a la cara de ella. Y además, sentía que todo le corría a lo loco por el cuerpo. El corazón le batía como una ametralladora. Las palmas de las manos se le iban poniendo rojas y calientes. Le zumbaban los oídos. Le latían los labios. Y le venían las ganas. Ganas de saltar sobre Darío y sobre Gualberto y sobre damián y sobre las bobas del tercer banco como saltan los tigres sobre los conejos. Ganas de ser grande, fuerte, feroz y alto, sobre todo alto. Ganas de tener un gran vozarrón de esos que asustan. Ganas de obligar a todos, uno por uno, a pedirle perdón a Teresita Yoon con lágrimas y de rodillas… “¡Qué bárbaro!”, pensarán ustedes, pero Santiago era así: cuando le venían las ganas era muy exagerado. Cuando le venían las ganas era como si el cuerpo le quedara chico.

Pero Santiago no saltó como saltan los tigres sobre los conejos, no rugió con vozarrón que asusta y no obligó a nadie a hacer nada. Porque Santiago tenía más ganas que nadie pero también era el más petiso, el primero de la fila desde siempre, y Dario, por ejemplo, le llevaba una cabeza.

Pero, eso sí, miró. Miró como sólo sabía mirar Santiago cuando le venían las ganas. Y se ve que no era una mirada cualquiera porque Teresita levantó sus ojos de laurel salvaje y lo miró a Santiago. Y después le sonrió (y a Santiago se le inundó el cuerpo con una especie de leche tibia) y él también sonrió. Le sonrió a Teresita una sonrisa de veras grande.

Y bueno, ya está, ahí empezó la historia.



Graciela Montes
Buenos Aires, Colihue, 1997 (fragmento).

2. Sobre el cuento de Graciela Montes:
A. ¿Qué recursos poéticos usa la autora- Graciela Montes- para referirse al "amor exagerado" que Santiago siente por Teresita Yoon?
B- ¿Por qué para la narradora el amor de Santiago es exagerado?
C- ¿Por qué Santiago no se anima a enfrentar a sus compañeros?
D- ¿Qué harías en el lugar de Santiago si alguien de tu clase maltrata a alguien que te gusta?

3. Sobre los poemas:
A. ¿De qué manera se eleva la figura de la mujer y del hombre amado en estos poemas?
B ¿Qué diferencias encuentras con otros poemas que escuhas a diario?
C- En el primer poema, ¿por qué el personaje prefiere ser un gato a atreverse a ser él mismo?
D- Observa esta canción del cantautor cordobés Faras y explica las metáforas:
"ustedes dos, cauces del mismo río"
"dos mitades de un latido"
" en las mieles del sol, fundidos"
"enlunados de amor y tan unidos"

"Ustedes dos, pareja,
compromiso amando en el sentido del sentido.
Disfrutando el lecho del abismo
de, para siempre, haberse elegido.
Ustedes dos mitades de un latido,
ser incondicionales y asumirlo.
Beber del mismo amor hasta el delirio
y la mitad de cada uno en el martirio.
Ustedes dos cauces del mismo rio en las mieles del sol
y en él fundidos.
Enlunados de amor y tan unidos
por hallar, en el otro, lo distinto..."

Si fuera un gato,
por tu tejado
me alunaría,
enamorado.
Y trenzaría
mimbres de luna
para amarrarme
junto a tu cuna.
A tus pies
siempre
ronronearía;
mi golpe de ala,
niñita mía.
Si fuera un gato
desenfadado
y no un chiquillo
avergonzado.
Si fuera un gato
cascabelero
te maullaría
cuánto te quiero.
Elsa Bornemann (Argentina)
Tomado de El libro de los chicos enamorados, 1977.

¿Me haces un favor?
—¿Me haces un favor?
—¿Qué clase de favor?
—¿Quieres tenerme mis avioncitos durante todo el recreo?
—¿Durante todo el recreo?
—Sí, es que tú eres mi cielo.
Jairo Aníbal Niño (Colombia)
Tomado de La alegría de querer, 1986.
Canción de ella y yo
Ella dice: agua.
Ella dice: flor
Yo veo la lluvia.
Yo siento el olor.
Dice ella: candela.
Dice ella: canción.
Yo escucho la música.
Yo palpo el tizón.
Ella dice: alas.
Ella dice: amor.
Yo vuelo a sus brazos:
A su corazón.
David Chericián (Cuba)
Tomado de Manecitas de hombre fuerte, 1989.

4. Sobre las cartas de Kafka:
A. ¿De qué manera Franz Kafka explica a Felice que, si bien la ama, no pueden estar juntos? Extrae algunos ejemplos?
B- ¿Por que Kafka define su estado emocional como ser "un esprector de tu feliz nombre"?
C- ¿Por qué para Kafka hay en su interior "dos seres que se combaten"?, compara esta explicación con la biografía de su autor y sus tormentos personales.

Frank Kafka: Escritor, nacido en República Checa, autor de La Metamorfosis, El Proceso y El Castillo.
Conoció a Felice en 1913, ella vivía en Berlín y él no podía viajar a verla por falta de dinero, por su trabajo opresivo en el cual no existían casi los feriados y los francos y, luego, por su enfermedad (la tuberculosis) que le llevó finalmente la vida. Las cartas a Felice (cientos de ellas) fueron rescatadas por su amigo Max Brod, quien también salvo del fuego mucho de "sus papeles", las mejores novelas de todo el siglo XX y hasta de la literatura universal, según concuerdan muchos críticos literarios.
Todas estas cartas están marcadas por la fatalidad del destino y los sueños postergados. Franz deseaba casarse con Felice y estaba esperando un cierto ahorro de dinero que le permitiera vivir más holgadamente. Kafka era un hombre muy atormentado, con muchos complejos físicos y psicológicos que le impedían aventurarse también a una vida con Felice para quien se pensaba demasiado "pequeño",  "casi diminuto". La relación conflictiva con su padre también quedo plasmada en la célebre "Carta al Padre" con la que el padre del psicoanálisis, Freud, ensayó varios conceptos sobre "disformormismo" y "complejo de inferioridad".


Carta de Franz Kafka
Fräulein Felice!
Te pediré un favor que suena completamente loco, y que yo consideraría como tal si fuera quien recibe la carta. Es también el más grande test al que aún la más amable persona puede ser sometida. Bien, el favor es que me escribas una vez por semana, así tu carta llega el domingo, porque no puedo resistir tus cartas diarias, soy incapaz de resistirlas.
Por ejemplo, yo respondo una de tus cartas, luego estoy acostado, aparentemente en calma, pero mi corazón late a lo largo de mi cuerpo entero y sólo es consciente de ti.
Yo te pertenezco, realmente no hay otra manera de expresarlo, aunque no es suficientemente adecuada. Por esta importante razón no quiero saber qué estás usando; me confunde mucho y no puedo lidiar con mi vida; y por esto es que no quiero saber que tu me tienes cariño. Si lo hice, ¿cómo pude, tonto de mí, permanecer sentado en mi oficina, o aquí en mi casa, en vez de saltar dentro de un tren con los ojos cerrados y abrirlos solamente cuando esté contigo?
Oh, hay una lamentable, triste razón para no hacerlo. Para ser breve: mi salud es apenas suficiente para seguir solo, pero no es buena para casarme, y dejemos a un lado a la paternidad. Aún cuando leo tus cartas, paso por alto hasta lo que no puede serlo.
¡Si sólo tuviera tu respuesta ahora y cuán horriblemente te atormento, y cómo te obligo, en la quietud de tu cuarto, a leer esta carta, tan desagradable como jamás ha estado en tu escritorio! ¡Honestamente, esto me golpea por momentos y quedo preso como un espectro de tu feliz nombre! Si sólo hubiera despachado carta el sábado, en la cual hubiera implorado que jamás me escribieras de nuevo, y en la cual te hubiera hecho una promesa similar.
Oh Señor, qué me impidió enviar esa carta? Todo estará bien. Pero, ¿hay una solución tranquila ahora? ¿Ayudará si nos escribimos una vez a la semana?
No, si mi sufrimiento puede ser curado por algo semejante, quiere decir que no es serio. Y ya preveo que seré incapaz de soportar aún las cartas dominicales. Y así, para compensar por la oportunidad deesperdiciada el sábado, te demando con la energía que me queda, en el final de esta carta: Si valoramos nuestras vidas, permitámonos abandonar todo.
¿Pienso que debo firmar "tuyo" ? No, nada podría ser más falso. No, yo seré siempre esclavo de mí mismo, eso es lo que soy, y debo tratar de vivir con eso.
Franz

Señales de humo
J. A. R.
En El otro proceso de Kafka, el libro donde escudriña la compleja relación entre el escritor y Felice Bauer, Elias Canetti va trazando puentes entre sus cartas y sus obras e intenta, de esa manera, comprender la envergadura de su literatura. “El comportamiento de Kafka durante los tres primeros meses de su intercambio epistolar con Felice fue exactamente lo que él necesitaba”, escribe. “Él sentía lo que le hacía falta: una seguridad lejana, una fuente de fuerza que no trastornara su sensibilidad mediante roces demasiado estrechos; una mujer que estuviera a su disposición sin esperar de él más que palabras, como una especie de transformador cuyos errores técnicos conocía y dominaba hasta el punto de que al instante podía corregirlos con ayuda de una carta”.
Para entender de qué manera Kafka se servía de la escritura para explorar cada vez más dentro, cada vez más al fondo de sí mismo, y cómo procuraba iluminar los rincones más oscuros y las anomalías y los ruidos de su interior, valgan unos cuantos párrafos de algunas de las Cartas a Felice (Nórdica, 2013; traducción de Pablo Sorozábal):
La mejor forma de vida
“Con frecuencia he pensado que la mejor forma de vida para mí consistiría en encerrarme en lo más hondo de una vasta cueva con una lámpara y todo lo necesario para escribir. Me traerían la comida y me la dejarían siempre lejos de donde yo estuviera instalado, detrás de la puerta más exterior de la cueva. Ir a buscarla, en camisón, a través de todas las bóvedas sería mi único paseo. Acto seguido regresaría a mi mesa, comería lenta y concienzudamente, y enseguida me pondría de nuevo a escribir. ¡Lo que sería capaz de escribir entonces! ¡De qué profundidades lo sacaría! ¡Sin esfuerzo! Pues la concentración extrema no sabe lo que es el esfuerzo. Lo único es que quizá no perseverase, y al primer fracaso, tal vez inevitable incluso en tales condiciones, no podría por menos que hundirme en la más grande de las locuras: ¿qué dices a esto, mi amor? ¡No retrocedas ante el habitante de la cueva!”. (Carta del 14 al 15 de enero de 1913)
El estado de confusión
“...¿has conocido alguna vez la incertidumbre? ¿Has visto cómo se abrían aquí y allá para ti solamente, descontando a los demás, diversas posibilidades, y que con ellas surgía una verdadera prohibición de efectuar todo movimiento? ¿Has desesperado alguna vez de ti misma, simplemente desesperado, sin que entrase en tu mente, ni del modo más fugaz, pensar en el otro? ¿Desesperado hasta el extremo de tirarse al suelo y permanecer así más allá de todos los Juicios Universales? (...) ¿Y qué es lo que te sostiene, la idea del judaísmo o la de Dios? ¿Sientes --y esto es lo principal-- vínculos ininterrumpidos entre ti y una altura o profundidad tranquilizadoramente lejana, posiblemente infinita? El que siente tal cosa no se ve en la necesidad de un lado a otro como un perro perdido que, mudo, lanza a su alrededor miradas implorantes (...)”. (Carta del 9 al 10 de febrero de 1913)
Cerca de mí
“Por eso corro en todas direcciones --no deliberadamente, claro está--, como las ardillas locas dan vueltas y más vueltas en la jaula, con el solo fin, mi amor, de retenerte ante mi jaula y saberte cerca de mí, aunque yo no pueda verte. ¿Cuándo te darás cuenta de ello, y una vez que te hayas dado cuenta, cuánto tiempo permanecerás ahí?”. (Carta del 21 al 22 de febrero de 1913)
El futuro
“Por supuesto que no tengo ningún plan, ninguna perspectiva, yo no puedo entrar en el futuro por mis propios pasos; precipitarme en el futuro, rodar en el futuro, tropezar y caer en el futuro, eso sí puedo hacerlo, y lo que mejor soy capaz de hacer es quedarme tumbado”. (Carta del 28 de febrero al 1 de marzo de 1913)
El sacrificio
“No me preguntes sin parar si quiero hacerte mía. El leer estas preguntas es algo que me da una tristeza mortal. Esas son las preguntas que hay en tu carta, pero en cambio no hay una sola palabra, ni una palabrita sobre ti, ni una palabra que diga lo que esperas para ti, ni una palabra que hable de lo que significaría el matrimonio para ti. Todo concuerda, para ti se trata de un sacrificio, no hay nada más que hablar sobre el particular”. (Carta del 21 de marzo de 1914)
Los dos combatientes

“Que en mi interior hay dos seres que combaten, es cosa que ya sabes. Que el mejor de ambos combatientes te pertenece, es algo que en estos últimos días he dudado menos que nunca. Sobre las vicisitudes de la lucha has sido informada a lo largo de cinco años mediante la palabra y el silencio y mediante sus entremezcladuras, por lo general para tu tormento. Caso de que me preguntes si ha habido siempre veracidad, solo te puedo decir que jamás hacia ninguna otra persona me he abstenido tan enérgicamnte de decir mentiras conscientes, o para ser aún m´ñas exacto, más enérgicamente, que hacia ti. Disimulos ha habido algunos, mentiras muy pocas, suponiendo que, de por sí, sea posible eso de que haya ‘muy pocas’ mentiras. Soy un ser mentiroso, de otra manera no sé conservar el equilibrio, mi barca es muy frágil”. (Carta del 30 de septiembre al 1 de octubre de 1917)